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Sus preguntas

Es muy probable. Se trata de los síntomas típicos que indican que los amortiguadores no están cumpliendo su función correctamente. Elementos esenciales del sistema de suspensión, los amortiguadores permiten evitar los rebotes y absorben los «movimientos de la carrocería», es decir, todos los movimientos que experimenta el vehículo al acelerar, frenar o cambiar de dirección. Al acelerar, se produce una transferencia de masa hacia la parte trasera del vehículo. Al frenar, sucede lo contrario: el vehículo ejerce una presión de apoyo importante sobre el tren delantero; es lo que denominamos hundimiento. Al girar, el vehículo ejerce una fuerza importante sobre uno de los lados; decimos que realiza un movimiento de balanceo. En todos los casos, la función de los amortiguadores es absorber estos movimientos y evitar una compresión excesiva, lo que podría provocar un comportamiento peligroso, por ejemplo, la prolongación de la trayectoria en los giros. Con el uso, su eficacia disminuye, y los movimientos del vehículo adquieren amplitud, lo que provoca una degradación importante de la adherencia a la calzada y una disminución de la seguridad.

Existe un signo externo: una fuga de aceite en el cuerpo del amortiguador. Si está grasiento y pegajoso, hay una probabilidad muy alta de que esté dañado.

Sin embargo, el desgaste normal de un amortiguador también se evidencia por el comportamiento del vehículo. Cuando los amortiguadores están en mal estado provocan: el ondeo del vehículo en las curvas rápidas, la prolongación de la trayectoria en los giros, una elevación importante de la parte delantera del vehículo al acelerar (especialmente cuando va cargado), un hundimiento muy pronunciado de la parte delantera al frenar y la prolongación de la distancia de desaceleración, un desgaste anormal de los neumáticos, la pérdida de contacto de las ruedas con el suelo en los giros, chasquidos al pasar por badenes o ralentizadores, sensibilidad al viento lateral, vibraciones en el volante y una degradación del paralelismo. Cada uno de estos síntomas es una señal de alerta que no se debe tomar a la ligera. Traiga cuanto antes su vehículo a nuestra red para realizar la revisión de los amortiguadores y del sistema de suspensión.

El motor es una máquina compleja compuesta por un gran número de piezas en constante movimiento. La mayoría de los elementos que lo constituyen son metálicos, y algunos de ellos rozan unos con otros. Un ejemplo claro es el de los pistones y los cilindros. El pistón, que es un elemento móvil, sube y baja por el cilindro rozando su pared, cubierta por una película de aceite. Sin el aceite, el movimiento y la estanqueidad no serían posibles. El aceite, que permite el «deslizamiento» de las piezas, se carga de micropartículas metálicas con el paso del tiempo. Por este motivo, la película de aceite se quema y se evacúa constantemente a través del escape. Se trata una cantidad ínfima que, después de miles de kilómetros, puede convertirse en decenas de centilitros.

Existen diferentes tipos de aceite según las características del motor. En función del tipo de carburante, gasolina o gasoil, de la potencia y del tipo de uso para el cual ha sido diseñado, deportivo o urbano, el motor tendrá necesidades diferentes en términos de lubricación. El aceite mineral de motor se fabrica a base de petróleo bruto. Se recomienda sobre todo para mecánicas antiguas. Un aceite semisintético, más complejo y con características adaptadas a las mecánicas actuales, es una mezcla de aceite mineral y componentes químicos o petroquímicos. Por último, el aceite 100% sintético está compuesto exclusivamente por productos químicos o petroquímicos. Es el que mejor se adapta a las mecánicas de «alta tecnología».

Estas indicaciones describen la viscosidad del aceite, la cual debe corresponderse exactamente con las recomendaciones del fabricante.

La cifra que precede a la letra W indica la fluidez del aceite a baja temperatura. Cuanto más baja sea dicha cifra, más fluido será el aceite en frío, lo que facilita los arranques en condiciones de bajas temperaturas. La cifra que consta detrás de la W indica la viscosidad del aceite a alta temperatura. Cuanto mayor sea dicha cifra, más viscoso será el aceite en caliente, lo que significa que la película de aceite de los elementos metálicos será más espesa favoreciendo así la estanqueidad y la protección de las piezas en movimiento.

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